domingo, 22 de agosto de 2021

2°2da historia y geografia, década infame y peronismo(trabajo practico N°4)

 

III. La industrialización a medias                                                                                    4

 

El inicio de las presidencias radicales coincide con la Primera Guerra Mundial. Nuestro país era neutral como parte de un acuerdo con Gran Bretaña, que sí peleaba, y que necesitaba los suministros de trigo y carne argentinos, los que podían cruzar el mar sin ser atacados. En un país agrícola como la Argentina de entonces, la guerra produjo escasez de productos manufacturados importados, que se encarecieron hasta ser inaccesibles a los trabajadores. La guerra terminó en 1918, y nuestro país empezó a cobrar los alimentos exportados a Gran Bretaña desde 1914. Esta afluencia de dinero produjo dos efectos: algunos empresarios decidieron montar fábricas, y producir en el país manufacturas sencillas (textiles, papel, objetos de metal, vidrio y cerámica); mientras que los obreros, cuyo número creció, volvieron a reclamar mejoras salariales y en las condiciones de trabajo.

En 1916 Hipólito Yrigoyen se convirtió en el primer presidente radical. Había ganado prestigio liderando los levantamientos armados contra la oligarquía, con las consignas Democracia y Honestidad. Estos dos conceptos eran muy populares, pero no constituían un programa de gobierno. En realidad la UCR no tenía un programa diferente al de los estancieros, y más allá de los discursos casi nada cambió. La economía siguió centrada en la agroexportación, y el escaso crecimiento industrial se debía a iniciativas particulares y no a un plan de gobierno. El radicalismo no protegió a la industria de la competencia extranjera. Su gran aporte al futuro: la creación de Y.P.F., se debió a razones de estrategia militar, no industrial o económica. En lo social tampoco hubo reformas. Es cierto que Yrigoyen recibió delegaciones obreras, cosa que jamás había hecho ningún presidente de la oligarquía, hasta apoyó los reclamos obreros en alguna negociación con los patrones, pero también los reprimió a sangre y fuego. Las más grandes masacres obreras de la primera mitad del siglo XX se deben a Yrigoyen.

En enero de 1919 se produjo la primera de estas masacres, que fue conocida como la Semana Trágica. Empezó con una huelga en los talleres metalúrgicos Vasena, de la Capital Federal; la empresa había despedido obreros que reclamaban 8 horas de trabajo y aumento de sueldo. Los trabajadores y sus familias hicieron piquetes alrededor de la fábrica, y fueron reprimidos a tiros por la policía con varios muertos como resultado. El entierro de las víctimas se convirtió en una gigantesca manifestación, que volvió a ser tiroteada en el cementerio de la Chacarita. Se lanzó una huelga general con piquetes y barricadas. Los empresarios formaron la Liga Patriótica, un grupo de civiles armados que atentaban a tiros y palazos contra los sindicatos, las mutuales de inmigrantes y los judíos del barrio de Once. El presidente ordenó al ejército despejar las calles. Hubo 700 obreros muertos y 3.000 heridos. Un dato curioso: el joven teniente Juan Domingo Perón comandó un destacamento policial durante la represión.

En 1921 hubo nuevas masacres obreras en Santa Cruz y Santa Fe. Ante una serie de huelgas en el sur, Yrigoyen envió al ejército a reprimir. Cientos de obreros fueron torturados y fusilados, se prohibieron los sindicatos y el gobierno favoreció a los estancieros (muchos de ellos ingleses) contra los trabajadores.

En el norte santafecino la empresa británica La Forestal se dedicaba a talar los bosques de quebracho para fabricar tanino. Los obreros que reclamaban mejoras quisieron formar un sindicato, y fueron atacados a tiros por los guardias de seguridad de la empresa. Se lanzó una huelga que terminó con una salvaje represión por parte del ejército, la policía y los guardias privados. Se llegaron a incendiar las viviendas de los obreros, murieron muchos de ellos y sus familias. Luego de destruír los bosques del norte de Santa Fe, sur del Chaco y Noroeste de Santiago del Estero, la Forestal dinamitó los depósitos de agua potable y cortó los servicios eléctricos para obligar a los trabajadores a abandonar la región. Varias localidades de la zona son actualmente pueblos fantasmas, deshabitados y en ruinas.

Hipólito Yrigoyen dejó la presidencia a M.T. de Alvear en 1922. Alvear también era radical, pero su gobierno se pareció mucho a los gobiernos conservadores[1] (él también era estanciero) en esos años la Argentina alcanzó récords de exportaciones en cereales y carne, había dinero en abundancia, pero no se invirtió en industrializar al país ni en obras para los sectores populares.

En 1928 volvió Yrigoyen a la presidencia. Casi enseguida estalló la crisis mundial de 1929, cuyos efectos llegaron rápidamente al país. En las provincias del norte argentino hubo una terrible desocupación, y miles de familias emigraron hacia Buenos Aires, donde también se hacía sentir el desempleo y la falta de dinero. Los provincianos recién llegados se amontonaban en un asentamiento precario detrás de la estación de Retiro, que fue la primera villa miseria del país (actualmente Villa 31). Los trabajadores desocupados se ofrecían a trabajar por unas monedas por día, el valor de los sueldos se derrumbó y los empleos se volvieron cada vez más precarios. Yrigoyen no fue capaz de enfrentar la situación y la crisis empeoró.

En medio de la bronca popular, un sector de la oligarquía (los mismos que habían fundado la Liga Patriótica en 1919) impulsó un golpe militar. En 1930 el general José Félix Uriburu se convirtió en el primer dictador argentino. Nadie salió a defender a los radicales; aunque los votaba, el pueblo no tenía fe en ellos como para poner el cuerpo. El ahora capitán Juan Domingo Perón formó parte de las fuerzas golpistas.



La Década Infame                                                                                                                       5

 

Se llama así conoce al período que va del golpe militar de 1930 al golpe militar de 1943. Un periodista le dio este nombre por su carácter antipopular, antidemocrático, corrupto y antinacional. Los conservadores volvieron al poder, por la fuerza y mediante fraudes electorales. Al principio los radicales se negaron a participar en elecciones tramposas, pero al morir Yrigoyen en 1933 se aliaron con sus antiguos  adversarios políticos y compartieron los gobiernos.

El pueblo sufrió la pobreza extrema, sin leyes de protección laboral era duramente explotado y los sueldos se volvieron miserables. Los asentamientos y villas se multiplicaron. La mano de obra casi regalada le sirvió a las empresas para bajar costos, este factor, unido a la escasez de productos importados que era consecuencia de la crisis mundial, alentó a los empresarios a montar fábricas para producir manufacturas en el país. La década de 1930 se caracteriza por el crecimiento industrial.

Como las industrias que aparecieron durante la primera guerra mundial, estas nuevas fábricas producían para el consumo interno. No hubo desarrollo de la fabricación de maquinarias ni bienes de capital. Los gobiernos conservadores dictaron una serie de medidas económicas para proteger a las industrias de la competencia extranjera: Créditos, subsidios, impuestos a la importación. También se protegió a los productores agrícolas regionales fijando precios mínimos al azúcar, algodón, yerba, vino, tabaco, etc. y se aseguraron ganancias a todos los sectores empresarios agroganaderos, fabriles o de servicios. El pueblo pagaba el festival de subsidios con sacrificios y miseria.

En 1932 nuestro principal comprador de carnes, Gran Bretaña, firmó un tratado con sus colonias y ex colonias para fundar un mercado común. Los británicos les comprarían materias primas y alimentos con preferencia sobre otros países. Los estancieros argentinos perdían oportunidades frente a Canadá y Australia. Recurrieron al gobierno, que mandó a Inglaterra al vicepresidente Julio Roca hijo. Roca firmó con el ministro inglés Runciman un tratado comercial (conocido como Pacto Roca-Runciman) que mantenía las ventas de carne al Reino Unido a cambio de una entrega sin antecedentes en la soberanía económica argentina. Entre las obligaciones que el pacto impuso a la Argentina estaban: Utilizar todo el dinero cobrado por las ventas de carnes para comprar productos británicos. El 85% de las exportaciones de carnes debían hacerse a través de los frigoríficos designados por Gran Bretaña.,  el 15% restante podía ser hecho por empresas nacionales siempre que embarcaran el producto en buques ingleses. Se debía dar trato preferencial a todas las empresas británicas en el país. Se debían mantener altas las tarifas de los ferrocarriles de capital británico, y continuar comprando carbón a Inglaterra en vez de explotar el de Río Turbio en la Patagonia. Se entregó la concesión de los tranvías, colectivos y taxis a la empresa Corporación del Transporte, de capital inglés.  Además se integraron los representantes de los bancos británicos en Argentina al directorio del Banco Central, que determina el valor del peso y las tasas de interés.

La corrupción creció; los frigoríficos ingleses estafaban al Estado con facturas falsas y evasión de impuestos; la empresa de electricidad renovó sus contratos repartiendo coimas; concejales, diputados, senadores y ministros se enriquecían a costa del Estado y del pueblo.

El senador Lisandro de la Torre investigó y denunció las estafas de los frigoríficos y su complicidad con varios ministros. Un asesino a sueldo atentó contra su vida en una sesión del  Congreso, matando a su amigo, el senador Bordabehere.

Se fraguaban las elecciones con la complicidad de casi todos los partidos políticos, los ciudadanos se sentían estafados cada vez que votaban. La dictadura de Uriburu fue sucedida por presidentes “elegidos” en forma fraudulenta, cambiando los resultados de las votaciones. Al principio Yrigoyen ordenó a los radicales no participar, pero murió en 1933, y la UCR empezó a entrar en el juego. En 1938 surgió del fraude un presidente radical (Ortiz) con un vicepresidente conservador (Castillo).

Los gobernantes sentían tanta seguridad e impunidad que hasta se anunciaba el futuro presidente de antemano. En 1944 debía haber elecciones, y el candidato que ya se daba por ganador anunció que iba a apoyar al bando aliado en la segunda guerra mundial que se venía desarrollando desde 1939. Ese anuncio desató un nuevo golpe militar.

En la guerra mundial se enfrentaban por un lado Alemania e Italia, gobernadas por los nazi-fascistas Hitler y Mussolini y aliadas a Japón. Esta alianza se llamaba El Eje. Del otro lado estaban los Aliados: Gran Bretaña, Francia, EE.UU. y la Unión Soviética. Argentina era neutral, como lo había sido en la 1ª guerra mundial de 1914-1918.

El ejército argentino tenía relación profesional con el alemán desde principios del siglo 20. Sus armas y uniforme eran como los de los alemanes, y sus oficiales admiraban a Alemania. No querían ir a la guerra contra sus maestros. Además, el pacto Roca-Runciman había sido una humillación de la soberanía frente a Gran Bretaña, y EE.UU. presionaba a la Argentina para declararle la guerra al Eje. Es decir que la presión imperialista contra la soberanía nacional era más fuerte de parte de los aliados que por parte del Eje. El patrioterismo militar llevó a un grupo de oficiales (el G.O.U. o grupo de oficiales unidos, del que formaba parte Juan Domingo Perón) a preparar y ejecutar un golpe de Estado el 4 de junio de 1943, con el fin de impedir las elecciones de 1944, y para que el futuro presidente no apoyara a los aliados.

 

EL PERONISMO                                                                                                        6

 

La dictadura implantada por el golpe militar anunció que terminaría con el fraude electoral, la corrupción y la entrega del país a manos extranjeras. Pero el Gral Rawson, designado presidente, eligió ministros de la oligarquía. Ante las protestas, fue rápidamente reemplazado por el Gral. Ramirez, que había sido ministro de guerra  de Castillo. Se estableció la enseñanza religiosa obligatoria, fueron encarcelados los sindicalistas que organizaron huelgas, se anunció la neutralidad argentina durante la guerra. La política prometía ser de mano dura y mantener la situación social de la década infame. Viendo que no habría mejoras el pueblo trabajador empezó a desconfiar de los militares. Pronto se reiniciaron los reclamos salariales. Frente a un paro ferroviario la dictadura encarceló a los dirigentes obreros, rápidamente la huelga se extendió y endureció, se paralizaron los puertos y los embarques de exportación hacia Gran Bretaña. En el gobierno no tenían muy claro si convenía reprimir o no. En ese momento el coronel Perón pidió que lo dejaran negociar una solución: liberó a los sindicalistas presos y la huelga se dio por terminada. A partir de allí Perón se volvió el representante del gobierno militar ante los sindicatos, y empezó a desarrollar una política totalmente diferente a la anterior.

El coronel Juan Domingo Perón se hizo muy popular por los beneficios que recibieron los trabajadores durante su gestión; y esa popularidad lo llevó a ser presidente entre 1946 y 1955.

Perón pensaba que existía un peligro político si los trabajadores continuaban sufriendo privaciones como lo venían haciendo desde el siglo 19, porque esa injusticia los llevaba a luchar contra el orden social capitalista, y a adoptar ideas comunistas o socialistas, contrarias a la propiedad privada de las empresas. Para evitarlo, puso en práctica una estrategia de beneficios sociales ligados al control del movimiento obrero.

Por un lado fue aplicando una serie de decretos que garantizaban la jubilación a los 60 años, el descanso semanal obligatorio, las vacaciones anuales con cobro de sueldo, el aguinaldo; beneficios que alcanzaban a todos los trabajadores por igual.  Al mismo tiempo legalizó la actividad de los sindicatos, poniendo al frente de ellos a dirigentes que le respondían fielmente, y desplazando a los viejos dirigentes anarquistas, comunistas y socialistas. Los sindicatos legalizados podían recurrir a la justicia y al Estado si no se cumplían los convenios laborales por parte de las empresas, podían organizar obras sociales y ofrecer beneficios a sus afiliados que los antiguos sindicatos no estaban en condiciones de dar.

La idea de Perón (que figura en varios de sus discursos) era que a cambio de los beneficios el Estado controlase al movimiento obrero, y así garantizar la paz social. Pensaba que un obrero bien pagado era un consumidor, y que el pueblo al consumir reactivaba la economía, lo que a la larga beneficiaba a las empresas, que así recuperaban con creces lo gastado en sueldos más altos.

Sin embargo, la mayoría de los empresarios detestaban a Perón y a su política social y laboral. Muchos de sus camaradas militares lo consideraban un trepador político, y los partidos políticos tradicionales (conservador, radical, socialista, etc.) lo veían como un obstáculo para retomar el control político del país mediante elecciones, a causa de la popularidad del coronel. En 1945 EE.UU. llevó a fondo la presión para que la Argentina declarase la guerra a Alemania, denunciando que el gobierno militar simpatizaba con los nazis. El general Farrell recibió muchas presiones de Campo de Mayo para que Perón fuera desplazado del gobierno, y ante amenazas de atentar contra su vida, terminó llevándolo detenido a la isla Martín García.

Cuando el pueblo trabajador supo de la detención de Perón, exigió a los dirigentes sindicales que organizaran una medida de protesta, ya que todos imaginaban que se daría marcha atrás en las mejoras laborales. Los dirigentes vacilaron porque temían enfrentar al gobierno; finalmente, y a los tirones, la CGT llamó a un paro nacional para el 18 de octubre, pero sin nombrar a Perón. Los obreros de las fábricas adelantaron la protesta, y el día 17 de octubre de 1945 se movilizaron hacia la Casa de gobierno a pedir la libertad de Perón. La Plaza de Mayo quedó repleta (unas 100 mil personas) y Perón debió ser liberado. Este acontecimiento marcaría una época, porque dio origen al movimiento peronista.

En febrero de 1946 hubo elecciones. Todos los partidos políticos formaron en una alianza electoral llamada Unión Democrática. Los dirigentes sindicales crearon el Partido Laborista para que Perón pudiera presentarse como candidato a presidente. Perón ganó la presidencia, mayoría absoluta en el Congreso y todas las gobernaciones provinciales. Se puede decir que tenía todo el poder. Disolvió la corte suprema de justicia (oligárquica y corrupta) y nombró otra que le respondía a él. También reformó la Constitución en 1949, estableciendo principios nacionalistas y sociales (aunque no reconoció el derecho de huelga), también se permitió la reelección del presidente, que hasta entonces no era posible.

Para controlar mejor al movimiento obrero, Perón disolvió el partido laborista y lo reemplazó por el partido peronista, puso al frente de la CGT a los dirigentes más sumisos y obsecuentes. En esa época se empezó a hablar de Burocracia sindical. Así se llama a los dirigentes que miran más sus beneficios que los del trabajador que dicen representar, y que para mantenerse al frente de los sindicatos se apoyan en el Estado.

Perón se casó a fin de 1945 con Eva Duarte (Evita) quien, sin tener cargo en el gobierno, se hizo famosa y popularísima por atender a los pobres y sus problemas, también encabezó la campaña de propaganda por el voto femenino en 1947, aunque todos los partidos estaban de acuerdo en este tema, y el Congreso lo aprobó por unanimidad.

Desde la presidencia Perón quiso realizar reformas económicas, pero esta parte resultó un fracaso. La Argentina había ahorrado mucho oro durante la primera mitad del siglo 20, no tenía deudas importantes y era conocida como un país rico y solvente. Perón gastó mucho dinero en nacionalizar los servicios públicos. Compró los ferrocarriles ingleses pagando un sobreprecio de doscientos millones de dólares respecto al valor que tenían en la Bolsa de Londres. Compró el servicio telefónico –totalmente atrasado- a la norteamericana ITT, y luego la contrató para proveer nuevos equipos. Esta actitud buscaba conformar a Gran Bretaña y EE.UU. y contradecía el discurso antiimperialista de la campaña electoral. El gobierno canceló anticipadamente préstamos en moneda extranjera y aumentó los gastos del Estado dando créditos a la industria, subsidios a los empresarios nacionales y a los productores del campo. Se multiplicaron las pequeñas y medianas industrias para el consumo interno. Sin embargo, no se organizó una industria pesada capaz de producir maquinarias y bienes de capital, que siguieron siendo importados. Se nacionalizó el comercio exterior a través del IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio), el IAPI compraba las cosechas en pesos y las vendía en dólares, luego usaba los dólares para comprar equipos industriales que vendía a las empresas a crédito. Esto fue favorable mientras los precios de los alimentos fueron altos, pero después de 1950 bajaron, y al usar los fondos del IAPI para subsidiar a los productores privados, el Estado gastó todas las reservas en dólares. En 1952 el país ya no tenía más ahorros, los precios subían constantemente, se dependía de las exportaciones de trigo y carne para conseguir dólares (y por lo tanto de los estancieros, que odiaban a Perón), hubo que pedir préstamos a EE.UU, y para 1954 el gobierno terminó negociando con la petrolera norteamericana Standard Oil para explotar el petróleo de YPF. Estas medidas contradecían el nacionalismo, y debilitaron políticamente a Perón. Los trabajadores reclamaban aumentos de sueldos ante la inflación, empezaron algunas huelgas y se preparaba una situación más complicada.




                                                                                                                 7

Para los empresarios Perón ya no era útil. Una alianza de la Iglesia, los partidos políticos opositores, la oligarquía y parte de las fuerzas armadas, organizó un golpe de Estado. En junio de 1955 la marina bombardeó la Plaza de Mayo, provocando 300 víctimas. Al saber que el Obispo de Magdalena había bendecido a los aviones navales que participaban del atentado, una multitud quemó siete iglesias del centro de la capital y la Curia eclesiástica. Perón, al principio dio un agresivo discurso contra los terroristas, pero luego intentó reconciliarse con sus opositores. Los golpistas se envalentonaron y volvieron a sublevarse en septiembre. Hubo dos días de forcejeos militares entre los militares golpistas y los legalistas que defendían al gobierno, pero ni Perón ni la CGT recurrieron a la movilización popular para aplastar el golpe. Finalmente Perón renunció y se exilió fuera del país. El pueblo pagaría las consecuencias.

II. Crisis Políticas e Intervención Militar

 

La dictadura que desplazó a Perón se llamó a sí misma “Revolución Libertadora”. Se ilegalizó el peronismo. Llegándose al extremo de secuestrar el cadáver de Evita (fallecida en 1952) para que el pueblo no fuese a verla (sus restos embalsamados estaban en la CGT). Los sindicatos fueron intervenidos por los militares, prohibidas las huelgas, se desató más inflación que se comió los salarios, y así los empresarios pudieron recomponer sus ganancias remarcando precios con sueldos congelados.

Se anuló la constitución peronista, volviendo a la de 1853, pero se le agregó el art.14bis, que estipula los derechos del trabajador. Nadie tenía intención de cumplirlo, era puro teatro ante el pueblo que extrañaba a Perón.



[1] Se llamaban conservadores a los políticos de la oligarquía, porque querían mantener al país sin cambios.


Trabajo practico N° 4

 

Década infame

1-    ¿Cuáles son las características de la década infame?

2-    De que se trató el pacto Roca- Ruciman, ¿Cuáles fueron sus consecuencias?

3-    ¿Cómo se llamó el golpe de estado donde aparece Perón?

(leer el material de estudio hoja 5 y 6 de material, para responder, no se puede usar la web, pueden utilizar los audios de las clases por wasap)

Peronismo

A- ¿Cuál fue el gobierno popular sube en forma democrática entre 1946-1955?

B-Que leyes se firmaron a favor de los obreros en el gobierno de Juan Domingo Perón, ¿Qué fue el 1° plan quinquenal? ¿Qué es el IAPI? ¿Qué sector estaba en contra de Perón y por qué?

 C- el gobierno Peronista fue derrotado por un golpe de estado Si o no ¿Cómo se auto llamó el gobierno militar? ¿Quién asume el poder? ¿Qué pasa con Perón y su partido político en Argentina?

(leer el material de estudio hoja 6 y 7 de material, para responder, no se puede usar la web, pueden utilizar los audios de las clases de wasap)

 Profesor D. Mansilla.-




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.