Definición extraída de la Antología de leyendas URBANAS.
"Las leyendas se inician en la palabra, pasan de generación en generación a
través del registro oral que practican los hombres. Los autores son anónimos, por
eso es común encontrar varias versiones de una misma leyenda, puesto que quien
la escucha la transmite agregando o restando partes, elementos o detalles. Com dos pueden poseerlo de igual manera.
Los recopiladores se han tomado el trabajo de convertir aquella historia oral
en documento escrito, sin que por eso pierda las características propias de la oralidad: reiteraciones, epítetos a los personajes, lugares destacados de la cultura y la
sociedad que el lector de la época reconoce con facilidad. Más allá de las distintas
versiones que puede tener un recopilador, la esencia original de las leyendas se
mantiene, y esto hace que sean consideradas verdaderas tanto para el narrador
como para el lector, o en el caso de la transmisión oral, el orador y el auditorio.
La leyenda explica un suceso extraño o alguna particularidad del mundo que
nos rodea. La explicación, muchas veces, es de carácter sobrenatural y esto posibilita la aparición de seres o acontecimientos extraordinarios que desafían a la
razón cotidiana. A su vez, las leyendas señalan una eventualidad, un suceso único
que da origen al relato. También, pueden contar el origen de la naturaleza vegetal,
animal e incluso humana; pueden abordar el origen de lugares específicos (un río,
una montaña) o explicar las causas de sucesos extraños que suceden en espacios
tan disímiles como una casa, una escuela o una fábrica.
El espacio sobre el que funciona una leyenda no se reduce a un lugar lejano o
de ensueño, como podrían ser los campos, bosques o mares; las ciudades también
son motores donde se generan y transmiten leyendas. El presente libro trata, justamente, sobre leyendas urbanas. Estos relatos cuentan los riesgos de vivir en la
ciudad, espacio donde lo real da paso a lo extraño, lo conocido a lo desconocido.
Los escenarios reconocidos por cualquier habitante —subtes, escuelas, teatros,
cementerios, por dar algunos ejemplos— inundan estas leyendas y crean un ambiente especial, ya que la aparición de fenómenos increíbles sucede en el mundo
en el que nos movemos día a día, favoreciendo así la verosimilitud de los hechos
narrados.
Las leyendas que encontraremos en este libro fueron realizadas por los alumnos de escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires. Muchas de ellas son
creaciones propias, invención total del autor; otras se basaron en alguna particularidad o suceso característico del barrio(...)"
Página 32
La llorona de la ruta
En el mes de abril, fui con mi tía y una amiga de ella a Santa Fe a recoger a otra
amiga, llamada Miriam Núñez, para ir de paseo por la costa del río Paraná.
Mientras íbamos por la ruta, notamos que las luces del camino estaban titilando; más adelante, al pasar por un puente el motor comenzó a fallar. Mi tía paró el
auto al costado del camino para ver cuál era el desperfecto y a lo lejos empezamos
a escuchar el sonido de un llanto.
Una de las amigas se asomó por el puente y vio la silueta de una nena que lloraba, sentada en una piedra. Ella le pidió a mi tía una linterna y bajó para ayudarla.
Al llegar al lugar, alumbró la zona donde estaba sentada la niña, pero no encontró a nadie. Ella gritó:
—¿Dónde estás, chiquita? ¡No te asustes, que te vamos a ayudar!
De repente, el motor volvió a funcionar. Decidimos subir al auto y pedir ayuda
en la ciudad más cercana.
Pasamos por un cementerio y vimos una silueta igual a la que habíamos visto
junto al río. Mi tía, asustada, aceleró rápidamente.
Paramos en una estación de servicio para cargar nafta y le contamos al empleado lo que habíamos visto. Él nos dijo que no nos asustáramos, ese encuentro ya
le había sucedido a la familia Rodríguez, quienes también se habían topado con
la Llorona.
Sorprendidos, lo interrogamos sobre quién era la Llorona..., y él nos contó esta
historia.
Era una niña, llamada Rocío, que quería ayudar a sus papás en la granja. Un
día, mientras cruzaba la ruta, fue atropellada y su cuerpo cayó al río; por eso,
cuando la fueron a buscar, no la encontraron.
Ella continúa, desde entonces, prestando ayuda a los automovilistas para que
puedan llegar a su destino tal como ayudaba a sus padres.
La Llorona de la ruta
Escuela Nº 2 D.E. 19 Dr. Genaro Sisto - 4º grado “A” T.M.
Autores: alumnos de 4º grado
Bueno ésta es una versión de la llorona. Hay muchas y quizá hasta ustedes me puedan hablar de películas o relatos similares. Entonces, me gustaría que lean atentamente y vamos a desarrollar las siguientes actividades.
Trabajo Práctico N°1
Materia: Lengua y Literatura
Curso: 1 ero 4ta
Cens: 453
Profesora: Laura Josefina Benítez
Fecha de entrega: 9 de abril de 2021
Actividades
1) Luego de leer atentamente " La llorona de la ruta" de la antología, página 32, contesten:
A) ¿Por qué la llorona puede ser vista o descripta como una leyenda urbana? ( Releé la definición que aparece en la antología para poder contestar adecuadamente señalando 3 características de la misma.)
B) Busca y transcribe o refiere otras versiones de la misma historia.
C) ¿Te parece una historia realista o fantástica y por qué?
D) Realiza el vocabulario de aquellas palabras que desconozcas.
Fuente: buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/leyendas_urbanas_0.pdf
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